INSULINA Y GLUCOSA

¿Qué relación hay entre la Insulina y la pérdida de peso?

Los alimentos más ricos en hidratos de carbono producen una liberación alta de glucosa y como consecuencia, unos niveles de insulina en sangre muy elevados. Esta insulina transporta la glucosa rápidamente al interior de las células provocando una saciedad inmediata y un nivel elevado de glucosa en los tejidos que, de no ser utilizada, se almacenará en forma de grasa. Tras un corto intervalo los niveles de glucosa en sangre descienden (hipoglucemia) y aparece nuevamente sensación de apetito intenso. Esto es fácilmente observable tras consumir un buen plato de pasta o arroz.

Niveles altos de insulina mantenidos en el tiempo favorecen la apetencia por alimentos ricos en hidratos de carbono, aumentan la sensación de hambre, nos hacen engordar y dificultan que adelgacemos.

Cuando se consumen preferentemente alimentos como verduras y frutas, el paso de glucosa a sangre es más lento y moderado en cantidad, de manera que también lo es la liberación de insulina por el páncreas. Esta situación es la adecuada para el control del apetito y la pérdida de peso.