Os copio esto de un boletín (Eroski Consumer). Es un Boletín que yo considero bastante fiable sobre alimentacion, salud, economía... y no me gusta nada leer cosas como esta sobre la dieta de la zona. No quiero tener la más mínima duda de que es una dieta sana. Os transcribo el párrafo en cuestión que he copiado y pegado de su página web. Me gustaría que me dierais vuestra opinión:
Dietas que utilizan el índice glucémico como base.
Existen varias dietas, como las hiperproteicas (ricas en proteínas de origen animal), que utilizan el índice glucémico como argumento. También hay otros métodos (como "la dieta de la zona" y "la paleodieta") que se basan en el IG. En unos casos y en otros, las repercusiones para el organismo son las mismas. Estas dietas, que promueven un mayor consumo de carnes, huevos y pescados, y un aporte extra y desproporcionado de proteínas de origen animal, aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer, de lo cual sí hay evidencia científica.
La "dieta de la zona":
•Restringe el acceso a muchas fuentes de hidratos de carbono (incluso a los complejos), culpándolos de la epidemia de obesidad, cuando no existen evidencias suficientes sobre ello.
•Declara que la insulinorresistencia viene determinada por el grupo sanguíneo, cuando ningún colectivo sanitario de prestigio, como la American Diabetes Association, indica nada al respecto.
•En el libro que la promueve pueden encontrarse frases textuales con afirmaciones como las siguientes: "nunca comas pan" o "a la hora del desayuno, cómete una tortilla de tres huevos (solo con las claras o con sucedáneo de huevo) y fruta, pero nada de tostadas".
La "paleodieta": elimina de la dieta los cereales, las frutas, algunas verduras, las legumbres, los azúcares, los alimentos procesados y también los lácteos, las carnes grasas y el alcohol.
Porqué el índice glucémico no está recomendado para controlar [/color]el peso corporal.
Según datos de 2008 del Instituto de Epidemiología y Salud de la Universidad de Berlín, el IG de la dieta en España presenta los valores más bajos de Europa. En paralelo, nuestro país también ostenta los índices más altos de obesidad y sobrepeso del continente junto con Polonia, Italia, Portugal y Rumanía. Por tanto, el bajo IG y el bajo peso no está relacionados de manera directa.
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como las asociaciones contra el cáncer, las asociaciones de salud cardiovascular, las asociaciones de diabéticos, las asociaciones de pediatría y, por supuesto, las asociaciones de dietistas-dutricionistas, proponen todo lo contrario para el control del peso corporal:
•Basar la dieta en alimentos de origen vegetal.
•Enfatizar el consumo de cereales, legumbres, hortalizas y frutas.
•Comer pan, cereales, pasta, arroz o patatas varias veces al día.
•Recordar, al seleccionar los alimentos, que cuanto más cercano a la naturaleza o menos procesado esté un alimento, menor será el IG.
En particular, la Asociación Americana de Diabetes alega que, según la investigación científica, los niveles de glucosa en la sangre se ven afectados tanto por la cantidad como por el tipo de carbohidratos presentes en un alimento. Es decir, que el hecho de que el pan o la pasta tengan un IG alto no quiere decir que deban ser eliminados de la dieta, sino que lo importante es fijar la cantidad total de carbohidratos en la dieta. Y esto es válido incluso para los diabéticos, que deben llevar un control muy ajustado de las subidas de azúcar en la sangre.
Respecto al tema de los carbohidratos y el índice glucémico, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que:
•No es necesario ni deseable excluir o evitar todos los alimentos con un IG alto.
•Los alimentos de IG bajo o medio aportan cantidades importantes de fibras solubles e insolubles que fermentan en el colon y mejoran la salud intestinal.
•Es importante consumir una amplia variedad de alimentos ricos en carbohidratos para que la dieta no presente carencias en cuanto a nutrientes esenciales y energía total.
•La mayor parte de alimentos ricos en carbohidratos que se consumen han de ser ricos en polisacáridos no amiláceos y con un índice glicémico bajo, es decir, que los cereales, las hortalizas, las legumbres y la fruta constituyen una buena elección.
•La ingesta elevada de carbohidratos no produce obesidad en igual grado que la ingesta excesiva de los productos ricos en grasa. Sin embargo también producen obesidad cuando la dieta no se acompaña de suficiente actividad física. El ejercicio físico debe estar integrado en nuestro estilo de vida para aumentar el gasto energético diario y controlar el peso corporal.